Noé - El arca y el diluvio | Los gigantes | Los hijos de Dios y de los hombres | Biografía bíblica
Durante últimos siglos, las corrientes detractoras de la Biblia de la alta critica han catalogado el diluvio como un mito o una leyenda. Pero a través del tiempo se encontraron contundentes relatos similares en todas las Civilizaciones antiguas del mundo. Los egipcios, los griegos, los hindúes, los chinos, los polinesios, los aztecas, los incas, los indios norteamericanos en Groenlandia, todos atestiguan un diluvio universal.
El historiador Beroso del año 300 a. C. cuenta que en los archivos del templo Marduk en Babilonia, se encontraba el relato de un diluvio que había cubierto toda la tierra, y que sólo un hombre con su familia y algunos animales se habían salvado construyendo un barco por indicación de los dioses, el cual finalmente encayó en el monte de Armenia. Esto, sumado a las evidencias paleontológicas y empíricas que veremos en el transcurso de este artículo, nos demuestra la confiabilidad del relato bíblico.
A cuenta de las semejanzas de los relatos sobre una gran inundación, el relato Bíblico es único entre los otros, ya que es el único despojado de todo rasgo politeístico, y su énfasis, está en la moralidad de Noé como un hombre "justo", en comparación con la moralidad de la humanidad.
Noé, era descendiente directo de la línea de Set. Su padre fue Lamec, y su abuelo Matusalén. A la edad de 500 años, Noé ya era padre de Sem, Cam y Jafet.
En medio del relato bíblico de la genealogía se interrumpe, y el escritor nos introduce a un problema moral, que aparentemente abarca a toda la humanidad. En ella, nos cuenta que los hijos de Dios tomaron de las hijas de los hombres que les parecieron hermosas, y tuvieron hijos.
- La primer interpretación de este texto, es que los hijos de Dios, eran los descendientes de Set. Los cuales, en el relato Bíblico fueron los que comenzaron a invocar a Dios (Gn. 5:26), pero de manera presuposicional, se considera que los hijos de los hombres, serían los descendientes de Caín.
- La otra interpretación, es que los hijos de Dios, son un grupo de ángeles, independientes de satanás, que bajaron y tuvieron relaciones con mujeres humanas. De esta unión, habrian nacido los famosos gigantes. El apóstol Judas en el versículo 6, parece indicar que estos ángeles fueron aprisionados hasta el juicio final.
"Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día;"
Por su lado, en el libro de Job, se identifica que los hijos de Dios se presentan ante Él, incluso el ángel caído satanás o Lucifer, lo cuál hacer presumir de que los ángeles son los hijos de Dios.
Job 1:6 "Un día vinieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios, entre los cuales vino también Satanás".
Pero también, hay que advertir que Jesús declara que los ángeles del cielo no tienen relaciones conyugales, lo cuál, deviene en interpretaciones contrapuestas.
"Porque cuando resuciten de los muertos, ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles que están en los cielos", Marcos 12:25.
Pero volviendo al relato bíblico, se nos cuenta sobre los "gigantes", cómo "hérores famosos de la antigüedad". Inmediatamente, el desencadenante de la mezcla genética, con los actos de gran maldad y violencia, dictaminan el juicio de Dios a toda la creación.
Sólo un hombre halló gracia delante de los ojos de Jehová, Noé. Debido a esto, Dios le advierte que debía hacer una construcción nunca antes vista, una gran arca de madera cubierta de betún de 150m largo x 30m de ancho y 15m de alto. Con compartimentos en sus tres pisos, y una sola ventana de medio metro de ancho y alto.
Es allí cuando Dios le advierte que ocurrira un diluvio, por lo cual él junto a su familia y parejas de especies animales. Presumiblemente, el trabajo de construcción le conllevo un gran tiempo, en el cuál Dios no encuentra otras personas justas cómo Noé. Llegado el tiempo, Dios le da la orden de subir con toda su grupo familiar al arca, y esperar 7 días, que es cuando comenzaría el gran diluvio. La razón de la espera es un misterio teológico, pero el número simboliza la perfección en la Biblia.
Entonces, las aguas comenzaron a inundar la tierra. Hay quienes creen que el diluvio fue local, ya que la humanidad no se habría extendido mas allá de la mesopotamia. Pero que el agua haya sobrepasado las montañas, parece indicar que el diluvio cubrió todo el planeta. Durante 40 días llovio sobre la tierra (Gn 7:17), pero el tiempo que el agua inundó la tierra hasta que comenzaron a bajar, fueron 150 días (Gn 7:24) , y aún estuvieron en el arca un año en total (Gn 7:6 / 8:13 ). La señal de que había tierra seca, fue gracias a que soltó una paloma, la cuál tras dos intentos, regresó con una ramita de olivo ( Gn 8:8-10).
En septiembre del año 2001 equipo de arqueólogos dirigido por el doctor Robert Ballard descubrieron restos de viviendas humanas en el fondo del mar negro al norte de Turquía, estos restos tendrían una antigüedad de 7500 años. Los especialistas lo relacionan con el relato bíblico del diluvio universal.
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