Antipas "el testigo fiel" de Jesús que fue martirizado de forma cruel: El toro de Falaris
A través de la historia de la humanidad, han existido horribles métodos tortuosos de ejecución. Los cuales, muchos cristianos sufrieron la muerte, como mártires del evangelio.
Uno de los más brutales fue el toro de falaris, cuyo nombre se atribuye a Falaris, tirano de Acragas, Sicilia, que murió en el año 554 a. C.
En el toro, se abría una pequeña puerta por donde era obligada a meterse a las víctimas. Ya adentro, se ponía el toro encima de la hoguera. El humo escapaba por la nariz del toro, que estaba llena de incienso para combatir el hedor a carne quemada de las victimas.
El toro de bronce, fue creado por Perilos de Atenas, un trabajador que quiso venderlo a Falaris, pero cuando llegó el momento de probar el invento, la primer victima de Falaris fue el mismo Perillos, Sin embargo, Falaris liberó al inventor justo antesde que muriera. Luego lo arrojó por un acantilado empinado, matándolo de todos modos.
El escritor Luciano de Samosata afirma que Falaris reaccionó con tanta dureza ante Perilos porque incluso él “odiaba la idea de una crueldad tan ingeniosa” y prometió castigar a su inventor.
Se cree que el dispositivo estaba equipado con orificios que distorsionaban los gritos de la víctima y los hacían sonar como un bramido de toro. Cuando se completó la cremación, los huesos se moldearon en brazaletes, que Falaris usaba a menudo.
Cuando la ciudad cayó en el 554 a.C, Falaris fue derrocado por Telémaco, y al final terminó muriendo él tambien dentro del toro.
Los romanos adoptaron el invento de los griegos y la usaron para torturar a los cristianos.
El nombre de San Antipas nos ha sido transmitido por el libro de Apocalipsis: , esa es la única mención que nos da el Apóstol San Juan.
Antipas, obispo de Pérgamo, fue el caso más renombrado, de una de las víctimas que asesinaron en el toro de Falaris.
Se cree que Antipas fue discípulo del apóstol Juan, y que conoció al apóstol Pablo. Juan, escribe el mensaje de apocalipsis con el mensaje del Señor a las iglesias. En ella, y durante el mensaje a la iglesia de Pérgamo, el Señor reconoce a Antipas como su testigo fiel.
“Eres fiel a mi nombre y no has renegado de mi fe, ni siquiera en los días de Antipas, mi testigo fiel, que fue muerto entre vosotros, ahí donde habita Satanás” (Ap. 2;13).
Según la tradición oriental él era parte de los 72 discípulos de Cristo que se menciona en los Evangelios.
Un relato escrito muy posteriormente nos cuenta que Antipas fue martirizado en Pérgamo, en Asia Menor, durante el reinado de Nerón, emperador que realizara una feroz persecución a los cristianos. Andrés de Cesarea, en sus comentaros del Apocalipsis escritos en el siglo VII, declara haber leído el relato del martirio del santo, pero tan sólo nos da brochazos de información, tal como se acostumbraba en el modelo del género literario usado por el autor.
De acuerdo a este relato Antipas, ya de avanzada edad, fue arrestado tras un levantamiento popular y llevado ante el tribunal del prefecto de la ciudad. Interrogado como de costumbre, se le instó a obedecer las órdenes imperiales y ofrecer sacrificio a los dioses, por su negativa fue arrastrado hasta el templo de Diana y encerrado en un toro de bronce que puesto al fuego tomaba un intenso brillo incandescente.
De acuerdo a este relato Antipas, ya de avanzada edad, fue arrestado tras un levantamiento popular y llevado ante el tribunal del prefecto de la ciudad. Interrogado como de costumbre, se le instó a obedecer las órdenes imperiales y ofrecer sacrificio a los dioses, por su negativa fue arrastrado hasta el templo de Diana y encerrado en un toro de bronce que puesto al fuego tomaba un intenso brillo incandescente.
Se afirma que el dispositivo todavía se usaba dos siglos después: otra cristiana, Pelagia de Tarso, habría sido quemada en uno de ellos en 287 por el emperador Diocleciano.
Existe otra historia, la historia del martirio de san Eustaquio, en la cuál, habría sido asado en un toro de bronce con su esposa e hijos por el emperador Adriano. Pero los eruditos niegan esta historia del martirio de Eustaquio como «completamente falsa»
Algunos eruditos de principios del siglo XX indicaron una posible conexión entre el toro de Falaris y las imágenes de los cultos fenicios, y egipcio al becerro de oro, e hipotetizaron una continuación de la práctica de los sacrificios humanos de Oriente. Pero no hay gran evidencia, y esto último resulta en pesuposicional.
Lo cierto, es que la historia de Antipas como uno de los tantos mártires que entregaron sus vidas en la predicación del evangelio, nos inspiran a los cristianos en nuestros tiempos.
No hay comentarios.