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Estudio Biblico de los jueces de Israel : Débora y Barac

 Jabín, rey de Canaán, con un poderoso ejército de 900 carros a caballos bajo el mando militar del implacable general llamado Sísara, comenzaría a oprimir al pueblo de Israel (Jue. 4:1-3) tras 80 años de paz, luego de que el Juez Aod (Jue. 3:30), librara de mano de Moab al pueblo de Dios.

Israel no estaba preparado para defenderse de ningún enemigo, ni fuerte ni débil. El relato bíblico afirma que no había en Israel en aquel tiempo, ni tan sólo un escudo ni una lanza entre 40 mil hombres (Jue. 5:8). Eso permitió, que sin esfuerzo alguno, el rey Jabín oprimiese sin temor alguno a la distintas tribus, que ademas estaban sumergidas en la idolatría.

En ese momento de gran crisis, una mujer fuerte se levantó para juzgar los asuntos y pleitos de los Israelitas, de hombres y mujeres. La profetisa Débora ("Abeja"), esposa de Lapidot, se sentaba debajo de una palmera entre Ramá y Betel, en la montaña de Efraím ( Jue. 4:4-5). 

Ella envió por Barac hijo de Abinoam, de Cedes de Neftalí, y le dijo: ¿No te ha mandado Jehová Dios de Israel, diciendo: Ve, junta a tu gente en el monte de Tabor, y toma contigo diez mil hombres de la tribu de Neftalí y de la tribu de Zabulón;y yo atraeré hacia ti al arroyo de Cisón a Sísara, capitán del ejército de Jabín, con sus carros y su ejército, y lo entregaré en tus manos? ( Jue. 4:6-7).

La respuesta duditativa de Barac, hacer comprender presuposisionalmente, que la pregunta de Débora, parece ser una exhortación a hacer una tarea que ya le se le había sido encomendada con anterioridad. 

Puede ser por temor que Barac le pone como condición que la profetisa lo acompañe en la campaña contra el ejército de Sísara, de lo contrario, no iría a la guerra. Débora entonces le advierte que por esta duda de Barac, la victoria total vendría de la mano de una mujer, y no de él mismo (Jue. 4:7-9).

Barac entonces convoca a 10 mil hombres de Zabulón y Neftalí para el combate contra Sísara y su ejército ( Jue. 4:7).

El relato de la victoria:

Jueces 4: 12 Vinieron, pues, a Sísara las nuevas de que Barac hijo de Abinoam había subido al monte de Tabor. 13 Y reunió Sísara todos sus carros, novecientos carros herrados, con todo el pueblo que con él estaba, desde Haroset-goim hasta el arroyo de Cisón. 14 Entonces Débora dijo a Barac: Levántate, porque este es el día en que Jehová ha entregado a Sísara en tus manos. ¿No ha salido Jehová delante de ti? Y Barac descendió del monte de Tabor, y diez mil hombres en pos de él. 15 Y Jehová quebrantó a Sísara, a todos sus carros y a todo su ejército, a filo de espada delante de Barac; y Sísara descendió del carro, y huyó a pie.

Tras la derrota, Sísara llega a al campamento de Heber Ceneo y su esposa Jael. Heber era descendiente de Hobab, el hijo del suegro de Moisés, Jetro ( Jue. 4:11 / Nm. 10:29). Y según el relato, se había separado de su pueblo, y había levantado un campamento en el valle de Zanaaim.

Según Jueces 4:17, Sísara conocía al descendiente de Jetro, es por eso, que le pide agua a Jael e incluso le encomienda que engañe a quien pregunte por él ( Jue. 4:18-23). Mientras Sísara dormía, Jael le clavó una estaca en la cien. Aparentemente, Jael no tenía conocimiento de quien lo perseguia Barac, por lo cual su decisión, denota que de alguna manera aprovechó para vengarse del general Cananeo, por alguna situación que no esta en el relato. Cuando Barac llegó al campamento, Jael le da la noticia de que había matado a Sísara, cumpliendo la profecía de Debora.

Esta, fue apenas la primera de las victorias que tendrían en contra de Jabín, al cual, según el relato biblico, exterminaron completamente el poderío y la gobernanza del rey cananeo (Jue. 4:23-24).

La gran victoria, se ve reflejada por un cántico que engrandece poéticamente el triunfo que Dios les dió. En el cual exalta a las tribus de Israel que pelearon con valor, así mismo demuestra que otras tribus como Dan y Rubén son reprochadas por no asistir a la lucha contra el rey Jabín (Jue. 5:13-18). Débora y Barac resaltan el trabajo de otro Juez, Samgar, en el cual, cuando murió, el pueblo se perdió adorando dioses paganos (Jue. 5:6-8).
El cántico, también reconoce el papel de Jael, quien permitió que el general escape y comande nuevamente otro ejército en batalla contra Israel (Jue. 5:24-27). Así mismo, resalta el papel clave de Débora, mencionadola como madre de Israel (Jue. 5:7) .

El relato, termina contando que hubo paz en Israel por 40 años. 


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