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El profeta Nahúm y la caída de la gran Nínive profetizada en el libro

El ejército destructor de Asiria, infundaba terror y gran temor en todos sus vecinos, siendo en apariencia, invencible.

Durante mucho tiempo el imperio Asirio había subyugado con extrema crueldad a la mayoría de los pueblos de asia occidental. En este contexto, un profeta se levantaría para alabar a Dios por la futura ruina y destrucción de Nínive. 

El profeta Nahúm

El profeta Nahúm, provenía de la ciudad de Élcos, y profetizó apróximadamente entre los años 663 y 612 antes de Cristo. El era un profeta vidente, lo cual significa que escribía de acuerdo a visiones que tenía de parte de Dios.

La profecía de Nahúm, comienza con líricas de palpable alegría que emulan a los salmos. 

Los primeros versículos, nos describe la contraposición de Dios al caos, y sus incomensurables proezas como las del diluvio y el éxodo. 

La justicia y la omnipotencia de Dios destruirá a quienes se rebelan contra él. (1:8) Pero la profecía también recalca, la bondad de Dios con los que esperan en él (1:3-7), utilizando el hebraísmo de que el Señor es lento para la ira. La cual describe o resalta que la misma bondad de Dios, retiene el juicio.

El salmo, también alfabético, es interrumpido en la undécima letra del abecedario hebreo.

Inmediatamente en el versículo 11, la cita parece dirigirse al malvado Rey Senaquerib.

"De ti salió el que imaginó mal contra Jehová, un consejero perverso" (1:11).

Senaquerib fue un emperador implacable de Asiria, el cual había proferido amenazas al Rey Ezequías, y además había desafiado al mismisimo Dios. En Isaías 37 sin embargo, vemos como Dios interviene y avergüenza a Senaquerib, quien huiría y moriria tiempo después asesinado por sus propios hijos.

Inmediátamente, comienza la profecía que haría de Nahúm, uno de los profetas que quedarían en la historia, como un profeta verdadero de parte de Dios.

La ruina de Nínive, es anunciada con una lírica nacionalista en los capítulos 2 y 3, con una incersión histórica que menciona la caída de Tebas, en el 663 antes de Cristo. 

La ciudad que devastaba y aterrorizaba a tantos pueblos, será desvastada y expuesta a la burla de sus adversarios antes amedrentados. Esto , revela la fragilidad de los poderes humanos e imperiales.

Lo impactante de la profecía, es que al ser Nahúm un profeta vidente, el vió exactamente la batalla y el asedio final a la ciudad de Nínive. 


De 12 kilómetros de longitud, y con 15 puertas que la atravesaban, la impresionante muralla protegía la ciudad de Nínive. Lo cuál, hacia parecer descabellada una profecía que anunciara la destrucción, de lo que parecía la ciudad mas inexpugnable de la historia de mesopotamia, hasta el momento.

Pasó el tiempo, y Nínive fue olvidada. sus ruinas, pasaron a ser madrigueras de bestias salvajes.

Cómo en otros casos , los detractores calificaban de mito la existencia de la capital de Asiria, al igual que la existencia del rey Senaquerib.

Pero dos milenios después , la ciudad completamente enterrada, fue descubierta por Austen Henry Layard en la mitad del siglo 19. 

El canto de júbilo de Nahúm, contiene un himno de alabanza a Dios, quien desarticula toda pretensión humana y juzga a quien se atrevió a desafiarlo. Tarde o temprano, Dios castiga a los culpables y su orgullo.



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