Ex-hindú lleva a más de 100 personas a Jesús antes de que fuera asesinado como mártir en Asia

Guiame - El testimonio de Kahan, residente de un pueblo en el sur de Asia , todavía continúa impactando y llevando vidas a Cristo , incluso después de haber sido martirizado por predicar el Evangelio en un país perseguido.

Kahan dejó el hinduismo para seguir a Jesús después de curarse milagrosamente de una parálisis en una iglesia doméstica. Como el paralítico del pasaje bíblico que fue llevado por amigos a Jesús, el ex hindú llegó al culto llevado por sus vecinos para que oraran por él.

Foto ilustrativa (Cristianos en India)

Por primera vez, el hombre escuchó el Evangelio y aceptó a Jesús como su Salvador. Luego, cuatro miembros de la iglesia oraron por la sanidad de Kahan, quien no había caminado en cuatro meses.

El nuevo converso, que había oído que Dios había sanado a otras personas, preguntó si la oración realmente funcionaba. "No sabemos. Es la obra de Dios”, respondió el líder de la iglesia.

Después de que terminó el servicio, Kahan recibió el milagro y caminó a casa. Pronto se convirtió en un verdadero evangelista, yendo a cada casa del pueblo para contar lo que Jesús había hecho en su vida.

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El nuevo cristiano no podía ocultar su alegría por haber conocido la buena noticia y quería compartirla con todos los que encontraba. El ex hindú también fue a otra aldea para compartir su testimonio y ayudó a mostrar una película sobre Jesús a 135 personas. En ese momento, 80 aldeanos se convirtieron a la fe cristiana.

Además, Kahan inició una iglesia en su casa y organizó el discipulado. Cada semana, viajaba millas a pie para compartir el Evangelio en su región de influencia hindú. 

Un día, el evangelista fue asesinado de un golpe en la cabeza por un hindú, quien confesó el crimen, alegando que lo asesinó porque estaba "envenenando la mente de la gente y cambiando su religión". 

El criminal se enojó porque Kahan no dejó de contar su testimonio en la región, lo que llevó a muchas personas a convertirse a Jesús.

Frutos de la obra evangelizadora

Sin embargo, la muerte no puede detener el trabajo misionero de Kahan. Había transmitido su pasión por evangelizar a otros cristianos, que continúan difundiendo la buena noticia en la región, ignorando la persecución y el riesgo de muerte.

“No voy a dejar de hablarle a la gente acerca de Jesús. Si llega el día en que no llego a casa, no te preocupes por mí. Estaré con Jesús”, declaró un joven cristiano. 

Kahan llevó a más de 100 personas a Cristo y pasó las últimas horas de su vida entrenando a los creyentes para evangelizar. El cristiano también rescató para Jesús a una pareja que practicaba magia negra y hoy en su casa hay una nueva iglesia en casa.

El esposo, llamado Shikhar, se ha convertido en evangelista y está predicando y haciendo nuevos discípulos. 

“Shikhar es el mismo carbón caliente que era Kahan. Bautizó a tres personas solo esta semana”, testificó Morgan Rawlings, un trabajador de la Junta de Misiones Internacionales.