Misionero "dado por muerto" por fundamentalistas sobrevive tras caminar horas en el desierto orando a Dios

Los creyentes egipcios, especialmente los de origen musulmán, todavía tienen que cuidarse las espaldas. “Aunque el líder del gobierno dice 'No vamos a permitir la persecución de los cristianos', sigue ocurriendo”, según Mission networks news.

“Es típico que las personas que comparten el Evangelio con los musulmanes reciban amenazas de forma rutinaria. Estos pueden provenir de grupos terroristas; la opresora hermandad musulmana está allí (en Egipto)”. 

Un misionero en Egipto, que había sido dado por muerto por sus perseguidores, sobrevivió tras pedirle a Dios ayuda en oración. Junto a su esposa, evangelizan a poblaciones musulmanes, pero últimamente había recibido amenazas. 

Durante tres meses, Abel se acostó durante el día y solo salió de noche al amparo de la oscuridad.

Pero entonces sucedió lo impensable. En un pequeño recado una noche, Abel fue secuestrado. Los secuestradores lo agarraron, le pusieron una capucha negra en la cara, lo obligaron a subir a una camioneta y se dieron a la fuga.

Condujeron durante 3-4 horas. Abel oró y el Señor le dio paz en su corazón a pesar de que estaba seguro de que los hombres tenían la intención de matarlo. Se adentraron en el desierto donde el auto se detuvo abruptamente. Arrastraron a Abel a la arena y lo golpearon terriblemente con la capucha todavía sobre su rostro. Luego lo dejaron morir.

¡Aunque estaba gravemente herido, milagrosamente estaba vivo!

Todavía sin saber dónde estaba, Abel oró y le preguntó al Señor en qué dirección caminar. Le tomó horas encontrar un camino. Un conductor se detuvo y Abel preguntó: "¿Dónde estoy?" Tomó prestado el celular del conductor y llamó a su esposa. 

Tras ser atendido, decidió que su ministerio, con las personas que lo integran pase a la clandestinidad. Decidió salir de Egipto, pero planean regresar luego de 6 meses a continuar el trabajo.