Dante Gebel afirma que ya no forma parte de las Asmableas de Dios y que ya no es Pentecostal
Dante Gebel, uno de los pastores más influyentes y polémicos de habla hispana, ha anunciado públicamente que ya no forma parte de las Asambleas de Dios, una de las organizaciones pentecostales más importantes del mundo. Además, aseguró que ya no se identifica como pentecostal.
Pero esto plantea una pregunta importante:
¿se trata de una visión renovada o de un preocupante individualismo que desafía la unidad entre hermanos en Cristo?
Dante Gebel no es un desconocido en el mundo cristiano. Durante décadas, ha sido una figura central del movimiento evangélico, llevando su mensaje a miles de personas en estadios y plataformas digitales. Su asociación con las Asambleas de Dios y el pentecostalismo fue clave en su desarrollo ministerial, pero este reciente anuncio marca un cambio drástico en su dirección.
Según sus propias palabras, Dante afirmó: 'No me considero pentecostal ni formo parte de las Asambleas de Dios'. Pero no dio mayores explicaciones sobre por qué tomó esta decisión, dejando espacio para la especulación.
¿Estamos viendo un caso más de un líder que, al crecer en influencia, se distancia de la rendición de cuentas dentro de una denominación?
Esta decisión pone sobre la mesa un tema importante. el peligro del individualismo en el liderazgo cristiano. Las denominaciones, como las Asambleas de Dios, no son perfectas, pero ofrecen un marco de sujeción y compañerismo.
En Hebreos 10:25 se nos exhorta a 'no dejar de congregarnos', y esto también implica estar en comunión con otros líderes, sometidos unos a otros en humildad. ¿Qué mensaje da esto a sus miles de seguidores? ¿Que cada uno puede ir por su cuenta si ya no está de acuerdo con ciertas posturas?
Por supuesto, no podemos ignorar que Dante Gebel ha tocado miles de vidas y ha llevado el Evangelio a lugares donde otros no han llegado. Pero como cristianos, debemos preguntarnos: ¿estamos priorizando la libertad individual sobre la responsabilidad comunitaria? ¿Es esto una nueva forma de interpretar el ministerio, o simplemente un ejemplo más de cómo el éxito puede llevar a un aislamiento peligroso?"
En un mundo donde el individualismo parece ser la norma, es más importante que nunca que los líderes cristianos modelen la unidad y la sujeción a otros en el cuerpo de Cristo.
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