¿La Justicia de Dios es la que trae mal a aquel que me dañó? ¿Qué es la justicia de Dios en cuanto a los problemas entre personas?
La justicia en nuestros tiempos tiene que ver con el accionar de un poder (Judicial) que imparte equidad y castigo a quien produce perjuicios a una víctima. Esta realidad penetra culturalmente en nuestra concepción de "justicia" cuando hablamos de "justicia de Dios" .
Muchos de nosotros hablamos y pensamos diariamente en la justicia , en todos los ámbitos de nuestra vida y de nuestros prójimos. Creemos saber cómo cristianos que es la justicia de Dios para con sus escogidos, y muchas veces ante alguien que nos dañó pensamos ; “ El no sabe con quién se metió, Dios va a hacer Justicia” , e inmediatamente tenemos la idea de que Dios va a traerle mal a esa persona que se atrevió a hacernos algo malo,que va a caerle "fuego del cielo" por meterse con nosotros, pero realmente no es así. Incluso algunos cristianos trazan un paralelo en este tema argumentando que aquel que le hizo daño obtuvo una emfermedad o se le murió algun familiar en pago por meterse con ellos. Lo cierto es que todos podemos sufrir una emfermedad , e incluso vamos a morir sin que este sea la consecuencia de habernos metido con alguien mas, sino que son circustancias comunes a todo ser humano.
¿Que es la Justicia de Dios?
“LA JUSTICIA DE DIOS NO ES LA QUE CASTIGA A AQUEL QUE ME DAÑO, SINO QUE ES LA QUE ME LEVANTA COMO SIERVO APROBADO CUANDO PIADOSAMENTE DAMOS LA OTRA MEJILLA ANTE EL AGOVIO DE NUESTROS ADVERSARIOS”
La etimología de Justicia tiene varias acepciones , como equidad , piedad y rectitud. Y es en estas dos ultimas acepciones en las que mejor encajan en el contexto bíblico.
2 Samuel 16
5 Mientras el rey David llegaba a Bahurim, salió un hombre de la aldea maldiciéndolos. Era Simei, hijo de Gera, del mismo clan de la familia de Saúl. 6 Les arrojó piedras al rey, a los oficiales del rey y a los guerreros valientes que lo rodeaban.
7 —¡Vete de aquí, asesino y sinvergüenza! —le gritó a David—. 8 ElSeñor te está pagando por todo el derramamiento de sangre en el clan de Saúl. Le robaste el trono, y ahora el Señor se lo ha dado a tu hijo Absalón. Al fin te van a pagar con la misma moneda, ¡porque eres un asesino!
9 —¿Cómo es posible que este perro muerto maldiga a mi señor el rey? —exclamó Abisai, el hijo de Sarvia—. ¡Déjeme ir y cortarle la cabeza!
10 —¡No! —dijo el rey—. ¿Quién les pidió su opinión a ustedes, los hijos de Sarvia? Si el Señor le dijo que me maldijera, ¿quiénes son ustedes para detenerlo?
11 Entonces David les dijo a Abisai y a sus sirvientes:
—Mi propio hijo quiere matarme, ¿acaso no tiene este pariente de Saúl[b] todavía más motivos para hacerlo? Déjenlo en paz y permítanle que maldiga, porque el Señor le dijo que lo hiciera. 12 Y tal vez el Señor vea con cuánta injusticia me han tratado y me bendiga a causa de estas maldiciones que sufrí hoy.
13 Así que David y sus hombres continuaron por el camino, y Simei les seguía el paso desde un cerro cercano, maldiciendo y tirándole piedras y tierra a David.

Podemos ver a un David ya maduro que entiende que esas pruebas de carácter ante alguien que lo maldice y le tira piedras pueden traer bendición a su vida, por su actitud piadosa ante la injusticia.
Esto también lo aprendió cuando injustamente Saúl lo persiguió para matarlo cuando él no le había hecho más que servirle, nunca pensó mal para Saúl, ni le pidió a Dios que se encargara de él, solo le pedía que lo libre de su mano.
Cuando pensamos “Dios se va a encargar de tal persona que me daño” en nuestros corazones estamos pensando en el mal que Dios le va a pagar a esa persona, y si sale de nuestro corazón el mal para aquella persona que nos daño ,no estamos teniendo el corazón de Cristo, sino un corazón del mundo.
Mateo 15:19
"Porque del corazón provienen malos pensamientos, homicidios, adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios y calumnias".
CONCLUSION:
Cuando alguien nos dañe o haya una situación de injusticia respondamos con el ejemplo de Cristo que murió amando aun a aquellos que lo crucificaron injustamente, pensemos en el bien para el que nos hizo daño y que Dios sea el testigo de que actuamos justa y piadosamente al pensar bien para aquel que nos daño. La justicia de Dios es la que nos hace justos cuando respondemos con piedad hacia nuestros adversarios.
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