Descubren fragmentos Bíblicos de Nahum y Zacarías en el desierto de Judea

 Desde 2017, sea ha realizado una operación sin precedentes , para rescatar artefactos antiguos de cuevas en todo el desierto de Judea, contra el saqueo desenfrenado que ha ocurrido en el área desde el anuncio del descubrimiento de los Rollos del Mar Muerto, por pastores beduinos Hace 70 años. El martes por la mañana se dio a conocer por primera vez una muestra de los deslumbrantes descubrimientos.

Aproximadamente la mitad del desierto de Judea, incluida la fuente original de la mayoría de los Rollos del Mar Muerto en Qumrán, se encuentra en Cisjordania.

“Durante años perseguimos a los saqueadores de antigüedades. Finalmente decidimos adelantarnos a los ladrones e intentar alcanzar los artefactos antes de que fueran retirados del suelo y de las cuevas ”, dijo Amir Ganor, jefe de la Unidad de Prevención de Robo de la IAA.

Los últimos hallazgos identificados, dos docenas de fragmentos de pergaminos bíblicos de 2000 años de antigüedad de los libros de Zacarías y Nahum, fueron descubiertos en grupos y enrollados en la Cueva del Horror.

Hasta ahora, el equipo ha reconstruido 11 líneas de texto griego que se tradujo de Zacarías 8: 16–17, así como versículos de Nahum 1: 5–6. Se unen a nueve fragmentos mucho más existentes que fueron descubiertos por Yochanan Aharoni, quien inspeccionó por primera vez la Cueva de los Horrores en 1953.

En los nuevos fragmentos, así como en el rollo de traducción griega descubierto por Aharoni, solo aparece el nombre de Dios en hebreo. Está escrito en la escritura paleohebrea utilizada durante el período del Primer Templo, así como por algunos partidarios de la revuelta de Bar Kojba (132-136 d. C.), incluida la acuñación, y en la comunidad de Qumrán.

En la cueva encontraron un esqueleto de un niño de entre 6 y 12 años, que fue sepultado muy posiblemente por su progenitor, los expertos datan que sucedió hace apróximadamente hace 6000 años.

Varias de las otras cuevas ofrecieron hallazgos aleatorios dejados por rebeldes judíos que huyeron a las cuevas al final de la revuelta de Bar Kojba, incluido un alijo de monedas que fueron sobrecargadas con símbolos de rebeldes judíos como un arpa y una palmera datilera, una matriz. de puntas de flecha y puntas de lanza, trozos de tejido, sandalias y peines para piojos, que ilustraban los objetos cotidianos que se llevaban los judíos que huían.

La operación en curso pretende seguir buscando vestigios del pasado que conecten con todos los ciudadanos israelíes, independientemente de su credo.